Dicen que apareció una mañana entre los estantes de la biblioteca, con los ojos cargados de insomnio y los bolsillos llenos de semillas. Nadie supo exactamente de dónde vino. Algunos murmuran que es mendocino, hay quienes dicen que es porteño, mientras que otros aseguran que es adventicio, una maleza entre los sistemas educativos que creció a pesar de los pesticidas burocráticos. Él prefiere definirse como “bieneza”: una especie útil, aunque incomprendida.
El Dr. Horacio F. Mendez es Doctor en Ciencias de la Educación, experto en neurociencias aplicadas al aprendizaje, e ingeniero agrónomo con una trayectoria pedagógica tan extensa como misteriosa. Ha sido docente, asesor, curriculista, director de tesis… y, según informes no confirmados, integrante de una célula interdimensional de narradores itinerantes.
En su laboratorio —que algunos llaman aula, otros santuario y otros simplemente “el umbral”— combina ciencia, literatura y algo más difícil de nombrar. Desde allí, o quizás desde alguna estación secreta de la empresa aeroespacial Dynamic Space, ejerce el rol de “contador de historias, guardián de secretos y tejedor de enigmas”.
Mendez es el arquitecto del Universo Dinamika Lernado, una constelación de relatos que invitan al lector a explorar, cuestionar y reorganizar el conocimiento como quien camina por un bosque que se mueve cuando uno no lo mira. Entre sus obras se cuentan títulos como Destellos en la niebla, El triángulo mutante, El enigma invisible y La invasión de las bestias. Todas ellas comparten una herramienta inquietante: el Mapa del Conocimiento, del que nadie ha logrado salir exactamente igual a como entró.
Sus investigaciones giran en torno a la imaginación gnoseológica, una forma de pensamiento que funde razón, emoción y experiencia para modificar redes neuronales como si fueran micelios narrativos. Su Teoría de la Vinculación Cognitiva plantea que el aprendizaje no es solo una técnica, sino una urgencia vital, una estrategia evolutiva profundamente humana, o quizás… algo más antiguo.
En apariencia, es un académico respetable. Pero ciertos indicios han despertado sospechas: pizarras llenas de símbolos que nadie entiende, estudiantes que desaparecen dejando solo fragmentos de diarios cifrados, o el detalle menor de que algunos aseguran haberlo visto hablar con hongos y gatos. Literalmente.
En la universidad circulaban rumores: que sus ojos brillaban en la oscuridad, que escribía sin tocar el teclado, que su oficina estaba impregnada de una presencia que no era del todo suya. Algunos testigos hablan de sueños compartidos, de ecuaciones imposibles, de una voz que les hablaba desde los libros.
Y luego está la novela que él no habría escrito (¿O sí?): El triángulo mutante, encontrada en una carpeta que se llenaba sola, con personajes que se adelantaban a sus pensamientos y finales que cambiaban cuando se los releía.
¿Un sabio que lucha contra la ignorancia desde las sombras? ¿Un hechicero que esconde la verdad bajo relatos fabulosos? ¿O el creador de un experimento narrativo llamado Dinamika Lernado, cuyos verdaderos efectos recién comienzan a manifestarse?
Él no da respuestas. Solo deja pistas.
“No me corresponde definir mi papel”, dice. “Esa historia la tienen que escribir ustedes.”
Pero, cuidado.
Quien siga leyendo corre el riesgo de ser transformado.
Transformar la educación desde la imaginación y la acción
