No hay productos en el carrito.
¡Ey! imagínate que estás discutiendo con alguien sobre si deberían poner más árboles en el parque.
En vez de hablar sobre los beneficios de los árboles, esa persona te empieza a decir “¡Claro que vas a querer árboles, si eres un nerd que vive encerrado!”.
¡Eso, amigo/a, es una falacia ad hominem: atacar a la persona en lugar de sus argumentos!
Es como si, en un partido de fútbol, en vez de criticar una mala jugada te pusieras a insultar al jugador por su peinado o por cómo se ve con su ropa deportiva.
¡Totalmente fuera de lugar! Para tener una discusión de verdad, hay que separar las ideas de quien las dice y concentrarse en lo que realmente importa.
¡Que no te engañen!

El objetivo de este desafío es que no solo aprendan a reconocerlos, sino también a defenderse de ellos de una manera eficaz y respetuosa.
En este espacio pondrás a prueba tu habilidad para separar las ideas de las personas, construyendo argumentos sólidos que promuevan un debate enriquecedor y libre de ataques personales.
"No respondas al mensaje… responde al mensajero."
Cornelio, nuestro gobernador favorito (si de verdad creemos en la manipulación elegante), sabe bien cómo desviar críticas.
La falacia ad hominem ocurre cuando, en lugar de discutir la idea, se ataca a la persona que la dice.
Ejemplo:
"¿Vas a escuchar a ese tipo? Si ni siquiera terminó la universidad."
¿Esa frase te convence de que el mensaje es falso?
No. Solo intenta que dejes de pensar.
Como diría Nihil:
"Cuando no tienes respuesta, atacas al que pregunta."
Y eso es justo lo que hace Cornelio con frecuencia.
Elige cuáles son ejemplos de la falacia *ad hominem*
Investiga en tu entorno (redes sociales, medios de comunicación, etc.) para encontrar al menos tres ejemplos de ataques “ad hominem”. Estos pueden ser:
Selecciona uno de los ejemplos que hayas encontrado. Analízalo usando las siguientes preguntas y crea un argumento para desactivar ese comentario y que el debate continúe sin ese ataque personal:
Registra tu trabajo en el “Mapa del Conocimiento”:
Encuentros: Incluye el ataque, cómo es utilizado, y en qué ámbito fue presentado
Ideas Nuevas: Con las respuestas a las preguntas anteriores, crea tu respuesta de rechazo y tus razones para reenfocar el debate en las ideas.
Preguntas: ¿Cómo podemos promover el respeto en las conversaciones? ¿Qué tipo de estrategias funcionan en redes sociales para que las personas respeten las ideas ajenas?
Conexiones: ¿Cómo se relaciona tu ejemplo con el encuentro entre Camila y el espectro? ¿Cómo influye la rabia o frustración en las discusiones?
Comparte tu respuesta y un micro-mensaje breve para concientizar sobre los peligros del “ad hominem” e impulsar un debate respetuoso y constructivo.
Registra los elementos que más te llaman la atención. Guarda tus descubrimientos y reflexiona sobre ellos.
Comparte tu análisis y tus ideas en redes sociales, ¡Convirtiendo cada respuesta en un ejemplo de cómo un debate respetuoso eleva nuestras conversaciones!
Usa los hashtags #DebateConRespeto y #SinAdHominem.
Objetivo: Desarrollar la habilidad de reconocer y responder a ataques “ad hominem” con respuestas que fomenten el respeto y la discusión racional.
1. Preparación de Escudos: Cada participante crea un “escudo de argumentos” (una hoja de papel con tres secciones principales):
Ataque: En esta sección, se escribirá la falacia ad hominem que se use como ataque (ej. “Tus ideas son estúpidas, no tienes estudios”)
Defensa: En esta parte se escribirá una respuesta corta y clara que desmonte la falacia del ataque y que redirija la conversación al argumento central.
Ej: “Mi nivel de estudios no es relevante. Concentrémonos en si esta propuesta ayuda o no.”
Caja de herramientas: Se anota cómo podría convertir esa conversación en algo productivo: preguntas sobre los hechos, otras opiniones…
Ejemplo: “Si mi propuesta tiene fallos, me gustaría conocer tus argumentos en base a cifras y datos. ¿Podrías ampliarlos?”
2. El Debate: Los participantes se turnan para debatir sobre un tema controversial de su elección. Durante el debate, cuando alguien lanza un ataque “ad hominem” a otro participante (¡de forma controlada, por supuesto!), ese participante saca el escudo correspondiente al ataque utilizado, y lee su respuesta, intentando convertir ese error de comunicación en un argumento más sólido.
3. Ronda de análisis: Luego del debate, cada jugador comparte un comentario de cómo les hizo sentir usar un “escudo de argumento” ante un ataque personal.